domingo, 11 de noviembre de 2012

UN TEXTO SOBRE PALINGENESIA VEGETAL (Sergio Fritz)



UN TEXTO SOBRE
PALINGENESIA VEGETAL

(Sergio Fritz Roa)



INTRODUCCIÓN

Como sabemos el término palingenesia es griego (el compuesto de dos palabras: “palin”= nuevo; y “génesis”= nacer) y puede ser traducido como  renacimiento, volver a nacer.

En el texto que más abajo reproduciremos se nos presenta la clásica doctrina alquímica de la posibilidad de un renacer, aplicada esta vez al mundo vegetal. Este renacimiento toma por base generalmente la revivificación a través de las cenizas, las cuales contendrían la esencia de las plantas.

Aun cuando la idea de la palingenesia es rastreable desde hace miles de años, relacionada especialmente con la resurrección de los cuerpos y el mito del fénix, será solo a partir de Paracelso cuando se nos hable de la posibilidad concreta de aplicar esta doctrina hermética a los hombres en su “De natura rerum” (1573).


(El fénix, símbolo de resurrección e inmortalidad)

Será durante el siglo XVII cuando la palingenesia adquiere gran fuerza, teniendo entre sus defensores varios científicos de primer nivel: Joseph Duchesne (también conocido como Du Chesne; y cuyo seudónimo fue Quercetan o Josephus Quercetanus), el inglés Kenelm Digby, el  jesuita  Athanasius Kircher (1), Gottfried Voigt, Jacques Gaffarel, Johann Ludwig Hannemann y Sebastian Wirdig (2).

Como hemos visto, la palingenesia surgió inicialmente como algo propio de la Espagiria y destinado al mundo vegetal, pero luego se pensó en la posibilidad de aplicar estos principios a los animales e incluso a los seres humanos, lo cual ocasionará serios debates teológicos y éticos. Aun cuando la palingenesia puede hallar una justificación en la idea de la resurrección de los cuerpos, sin embargo,  según algunos teólogos tal labor corresponde de manera exclusiva a Dios, y no necesitaría por tanto  de la ayuda del hombre. 

Ahora bien, los alquimistas –al menos los cristianos y musulmanes-siempre han dicho que su labor no es crear (atributo exclusivo de Dios), sino que desentrañar la naturaleza y ayudarla en el proceso de perfección.

El tema, no puede negarse, es controvertido; y es muy factible que estos dichos de los alquimistas monoteístas tengan como única razón el evitar sospechas de herejía.

Respecto al homunculus paracelsiano, digamos que no es más que una aplicación de la palingenesia llevada al reino humano. Sin duda, fue esta idea de Paracelso la que provocó a la censura dogmática de su tiempo. En el mundo de los cabalistas hebreos la idea del Golem tiene vínculos con la del homunculus, no siendo del todo imposible que el médico alemán la haya tomada de aquéllos. En magia se habla también de la creación de seres, pero normalmente son astrales y no corporales.

Posiblemente uno de los últimos Adeptos que lograron resultados positivos en materia de palingenesia sea Archibald Cokren, de quien se dice que habría elaborado una especie de árbol metálico (3).

En un plano muy distinto, y ya en el mundo de la literatura fantástica, debe recordarse que un escritor moderno como Howard Phillips Lovecraft cita en su relato “El extraño caso de Charles Dexter Ward” a un tal Borellus, cuyas frases explican de manera sencilla la palingenesia:

“Las Sales de los Animales pueden ser preparadas y conservadas, de modo que un hombre hábil puede tener toda el Arca de Noé en su propio Estudio, y reproducir la forma de un hermoso Animal a vountad partiendo de sus cenizas, y por el mismo método, partiendo de las Sales esenciales del Polvo humano, un filósofo puede, sin ninguna nigromancia delictiva, reproducir la forma de cualquier Antepasado muerto que haya sido incinerado” (4).



EL TEXTO


En el “ALMANAQUE ASTROLÓGICO” (excelente anuario del cual en otros escritos hablaremos) correspondiente al  Año IV (1936), publicado por Editorial Cultura, en Santiago de Chile, hallamos en la “Sección Experimental” un interesante artículo titulado “PALIGENESIA” y firmado por J.B.Deschamps. Buscando más información al respecto, nos dimos cuenta que en verdad se trata de un resumen de las páginas 160 a 164 del  libro de Rodolfo Putz: “BOTÁNICA OCULTA. LAS PLANTAS MÁGICAS SEGÚN PARACELSO” (Editorial Pons, Barcelona, S/F; hay edición del año 2006 en Editorial Maxtor, Valladolid), obra excelente como pocas hay en materia de Espagiria en español.

De todas formas, y a pesar de su brevedad puede sernos muy útil para relacionarnos con algunos conceptos alquímicos y prácticas de la Obra Menor (alquimia vegetal).

A continuación, el texto sobre palingenesia vegetal incluido en el “ALMANAQUE ASTROLÓGICO”:





CONCLUSIÓN
De la lectura del texto encontramos procesos y materias de clara raíz alquímica. Así, por ejemplo, todo parte en la nigredo o muerte, en este caso de la planta. Esta es la primera etapa de la Opus. Otras etapas que se indican son la destilación y la fermentación. También se menciona como elemento fundamental para la revivificación el uso del rocío. Sabemos bien las cualidades de esta materia celestial, como para extendernos aquí.

          La palingenesia de las plantas es una ciencia que solo poco Adeptos han sabido obtener; y de la cual el autor del texto reciente en caso de ser uno de éstos creemos que silenció ciertas manipulaciones  o “trucos”.



NOTAS:

(1)Ver:http://www.ecovisiones.cl/diccionario/K/KIRCHER_ANASTASIO.htm Sobre este importante sabio jesuita se cree que resucitó una rosa desde sus cenizas ante la presencia de la Reina Christina de Suecia, el año 1687.

(2)  Ver de   Michael Martin: “Love's Alchemist.  Science and resurrection in the writing of Sir Kenelm Digby”. Artículo incluido en “Prose Studies: History, Theory Criticism” (2010), disponible on-line en:       http://dx.doi.org/10.1080/01440357.2010.528920

(3)  “La alquimia redescubierta y restaurada (Fragmento)”. Archibald Cockren. (Traducción, introducción y notas complementarias de Sergio Fritz Roa). En: http://my.opera.com/mercurioradiante/blog/la-alquimia-redescubierta-y-restaurada-fragmento-a-2

(4)  H.P.Lovecraft. Incluido en “Obras escogidas”, Ediciones Acervo, Barcelona, 1966, p.307. Borellus podría ser en verdad uno de estos sabios: el mago, cabalista y alquimista Johannes Bureus (latinizado normalmente como Johan Bure); el físico y matemático italiano Giovanni Alfonso Borelli;  o tal vez el francés Pierre Borel.

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 Para una versión en PDF de este artículo: www.bajoloshielos.cl/palingenesia.pdf

© Sergio Fritz Roa, 2012.
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